martes, 3 de marzo de 2015

Principios (3)



Uno de los problemas que no conseguía ver claro en la primera serie de entradas que escribí sobre las características que podía tener un modelo de universo cerrado sin bordes en espacio y en tiempo era el del corrimiento de las líneas espectrales al rojo, explicado por la cosmología convencional como una expansión del espacio-tiempo y simplemente dejé un apunte de que podría existir una explicación de este desplazamiento de origen cosmológico pero diferente a la expansión. Este problema me ha tenido preocupado bastante tiempo, intuía el qué, pero no el cómo.

Pero al fin, tras mucho darle vueltas, creo haberlo encontrado. Para comprender mi punto de vista vamos a razonar brevemente sobre este asunto. Se puede entender fácilmente que si un espacio delante de nosotros está altamente curvado, un objeto en ese espacio se vería aparentemente distorsionado espacialmente aunque al objeto realmente no le pasara nada, como ocurre con las lentes gravitatorias, por poner un ejemplo.

Igualmente en un tiempo altamente distorsionado la apariencia de los objetos distaría de ser la habitual. Y ¿cómo afectaría a la apariencia de lo que vemos? Mi punto de vista es que en un tiempo muy curvado el efecto sería el de alterar nuestra percepción de la frecuencia de la luz que recibimos, ya que la frecuencia de la luz no es otra cosa que el número de oscilaciones de la onda luminosa por unidad de tiempo.

Una posible crítica a este modelo es que si tenemos un universo cerrado, si un rayo de luz viaja en una dirección determinada podría acabar volviendo al punto de origen (recordemos, en espacio y tiempo) y aunque muy debilitado, podría sumarse al rayo de luz original y esto haría que pudiera crearse un efecto de acumulación de energía que tendría consecuencias complicadas de eludir. Yo podría salir por la vía fácil, argumentando que el rayo de luz se podría desviar y no recalar en el mismo punto, o que tras tanta distancia su efecto sería despreciable. Pero si sumamos toda la luz que recorre el universo, de una forma u otra, tendremos que atajar el problema de una forma menos chapucera.

Mi propuesta es que toda esa luz dando vueltas y más vueltas podría efectivamente sumarse a la original, eso sí teniendo en cuenta que habría, como he explicado antes, un desplazamiento de la frecuencia hacia el rojo por la curvatura cerrada del tiempo. Pero en definitiva sigue habiendo un efecto de suma de términos infinitos que no podríamos eludir. Sin embargo tengo una respuesta a esto. La suma de infinitos términos no es siempre una cantidad infinita. Por ejemplo, en una serie convergente tenemos una suma finita tras sumar infinitos elementos. Es la misma explicación que para las aporías de Zenón de Elea. De esta manera, tendríamos una radiación aproximadamente uniforme de fondo, muy desplazada hacia el rojo (mejor dicho hacia longitudes de onda más largas), pero no tan enorme como la propuesta para el caso de la paradoja de Olbers. Ahí nos encontramos con una vía para explicar la radiación de fondo de microondas sin recurrir al Big Bang.

martes, 24 de febrero de 2015

Principios (2)



Quienes hayan seguido este desatino de blog ya habrán deducido que cuando en la entrada anterior escribía sobre ciertas teorías que en algún momento se saltaban algunos principios fundamentales, principalmente me refería al Big Bang con el modelo inflacionario y la energía oscura, tres ingredientes que me cuesta digerir por separado, y ¡no digamos juntos!

A pesar de que se considera que hay bastantes evidencias en su favor, voy a intentar descartar algunas de ellas como buenamente pueda, o al menos a dar ciertos puntos de vista que pudieran hacer pensar que tales evidencias pueden ser puestas en duda como tales, aunque solo sea por unos segundos (bueno, si consigo sembrar la duda un solo segundo sería una gran cosa. Después de todo, según estas teorías, al Universo le dio tiempo a hacerse bastante gordito en ese lapso de tiempo…).

Para empezar, el modelo del Big Bang se salta en un microinstante el principio de conservación de la energía, no de cualquier manera, sino de forma colosal. Sólo por un instante diminuto, pero ¡qué bien aprovechado!

Luego, el modelo inflacionario consigue que el espacio-tiempo se expanda a velocidades mayores que la de la luz también durante instantes muy cortos, y para explicarlo los físicos dicen que el límite de velocidad máxima no se aplica al propio espacio-tiempo. Por añadidura, el modelo de energía oscura ayuda a esta situación.

Pero, como prometí, la cosa no va a ser solo criticar, sino intentar dar alternativas e intentar razonarlas un poco, aunque probablemente (bueno, más que eso) sean estupideces que no se sostienen.

Uno de los puntos de evidencia a favor del Big Bang es que el cielo es oscuro, lo que descarta un universo infinito y poblado más o menos uniformemente de estrellas, galaxias, etc. Es la conocida paradoja de Olbers, la cual, como es mi costumbre, no me pararé a explicar.

A esta evidencia se le puede añadir la radiación cósmica de fondo.

¿Cómo? ¿Una radiación uniforme de fondo y una paradoja que dice que no se ve una radiación uniforme porque el universo no es infinito? ¡Vaya! ¿Puedo jugar con los dos conceptos?

Vale, no vamos a considerar un universo infinito, que para mí es tan insatisfactorio como el otro extremo, pero como ya indiqué en entradas anteriores, voy a seguir con mi hipótesis favorita de un espacio-tiempo cerrado sin bordes.

 Se suele aceptar con bastante consenso que el espacio pueda ser cerrado sin bordes, pero pocos hablan del tiempo cerrado (aunque los hay). Y ¿cuáles serían las consecuencias de este modelo? Bueno, para no cansar demasiado, seguiremos en la próxima entrada…

sábado, 21 de febrero de 2015

Principios (1)


Una de las cosas que me han enseñado siempre que es fundamental en física es respetar ciertos principios (por ejemplo los de conservación). Y considero que hay elementos en las teorías que actualmente están aceptadas mayoritariamente que se saltan en un momento u otro estos principios para explicar satisfactoriamente los modelos que establecen estas teorías.

Es muy complicado rebatir estas teorías que gozan de la aprobación de la mayoría de la gente que sabe, porque hay numerosas evidencias que las respaldan, y cuando nos encontramos con algo que en un momento muy singular se escapa a una explicación “clásica” por definirlo de alguna manera, los expertos se encogen de hombros y dicen que el universo se comporta de esa manera y que lo que realmente tenemos que aceptar son los resultados de las mediciones (en este punto estoy de acuerdo) y que no se han encontrado explicaciones alternativas que puedan rivalizar con lo actualmente aceptado. O se sacan de la manga trucos para explicar que tales discrepancias con los principios no son tales.

Puede que yo sea un poco (o bastante) obtuso, pero pretendo ir contra corriente y explicar en las próximas entradas (dentro de mis escasos conocimientos, poco discernimiento y mucha desinformación) una forma alternativa de cómo pueden ser las cosas desde un punto de vista muy diferente e intentar que esa explicación sea coherente con las observaciones y a su vez pueda evitar esos puntos oscuros sobre los que los que saben pasan de puntillas mirando a otro lado.