domingo, 30 de marzo de 2014

Repulsión gravitatoria, ¿es posible? (2)



¿Cómo se manifestaría entonces una interacción del tipo que propongo? Tenemos por un lado la materia que conocemos, que es mutuamente atractiva. Por ello tiende a concentrarse hasta que hay otra interacción que la supera y detiene el colapso (o no, según la mayoría acepta hoy en día). Pero podría existir otro tipo de, ¿cómo definirla? Materia antigravitatoria (por no hacernos confundirla con la antimateria) podría ser un nombre adecuado, aunque probablemente incorrecto. A partir de este punto tenemos tres opciones:

a) Esta materia antigravitatoria (en lo sucesivo MAG) se repele entre las partículas de su “mismo signo” pero atrae a las de “signo contario” (materia ordinaria).

b) La MAG se repele a sí misma y repele a la materia ordinaria.

c) La MAG se atrae a sí misma y se repele con la materia gravitatoria.

Nos llevaría mucho tiempo analizar cada una de las opciones y por ello tendré que dejarlo tal vez para otro momento (Y he puesto tal vez, no prometo nada). En lo que me quiero centrar es en las consecuencias de una fuerza de repulsión con estas características que acabo de describir brevemente. Al contrario del caso de la interacción únicamente atractiva que vemos en la gravedad convencional, en el caso de repulsión todas las partículas afectadas tenderían a buscar el máximo alejamiento posible unas de otras haciendo un efecto parecido al que describí en la entrada anterior del disco en rotación y la fuerza centrífuga que expulsa hacia fuera todo lo que hay en el interior. Se crearía una especie de presión negativa (creo que se llama así, aunque muy probablemente he vuelto a meter la gamba), como la presión de las moléculas gaseosas de un globo que tienden a ejercer una fuerza hacia fuera. La diferencia es que en un globo la expansión se detiene en las paredes del mismo y en el Universo no tendríamos unas paredes que frenasen esa expansión. Tal vez de esta humilde forma tendríamos la posible explicación a la expansión del Universo.

Pero ahora cualquiera me diría: ¡Ajá, te he pillado! ¿No decías acaso que la expansión del Universo podría ser debida a una mala interpretación de los fenómenos observados? Sí, reconozco que lo he escrito, pero a esto tengo que responder que ya advertí de antemano que mis chorrideas son, iba a decir probablemente pero me quedaría corto, seguramente incorrectas (mucho). Por eso no me tengo que molestar en ser coherente, sino que simplemente me gusta ofrecer caminos diferentes a los aceptados. De hecho, no tendría ni que molestarme en ofrecer explicaciones sobre mis incoherencias. Punto pelota.

sábado, 29 de marzo de 2014

Repulsión gravitatoria, ¿es posible? (1)


Como dejé entrever en la última entrada tengo un concepto un poco diferente del normalmente establecido respecto al carácter únicamente atractivo de la fuerza de la gravedad. Bueno, ya sé que debería expresarme de una forma más correcta (o más moderna si se quiere ver así, y con moderna me refiero a conceptos que casi tienen cien años…) y expresar la gravedad como una curvatura del tejido espacio-tiempo, pero supongo que puedo permitirme esa licencia en busca de una mayor simplicidad.

Para entender de manera básica mi punto de vista empezaré con algo muy básico. En el nivel de la experiencia diaria de cualquier persona podemos explicar la mayoría de los fenómenos que experimentamos con dos fuerzas de la naturaleza: electromagnetismo y gravedad.

Aunque tienen en común ser dos interacciones que disminuyen con el cuadrado de la distancia (pero tampoco eso tiene nada de raro dada la geometría tridimensional aparente del espacio) y en su formulación clásica (Newton vs Coulomb) son muy parecidas, fundamentalmente son bastante diferentes. La diferencia más obvia es que el electromagnetismo es por decirlo de manera accesible, aunque seguramente incorrecta, bipolar y la gravedad siempre es atractiva. La otra gran diferencia son sus constantes de proporcionalidad: la constante gravitatoria es muchísimo menor que la electromagnética. Eso es una buena cosa, porque si no, sería muy difícil que estuviéramos aquí para contarlo y en este sentido es la suma de estas dos características la que se hace necesaria para tener un Universo estable. Si contamos con cargas de dos tipos que se atraen o se repelen, y de igual manera con los polos en los imanes, podemos tener una constante grande sin preocuparnos demasiado ya que se pueden compensar los efectos de atracción fuertes con repulsiones igualmente fuertes. Pero con la gravedad la cosa cambia. Al ser una fuerza únicamente atractiva si no contamos con una fuerza débil que pueda contrarrestase con una interacción más fuerte (en este caso electromagnética) todo se colapsaría casi inmediatamente.

Pero he dicho que la gravedad es únicamente atractiva. ¿Y si no lo fuera? ¿Cómo lo podríamos saber? Todo este asunto surgió pensando en formas de obtener pseudogravedad. La forma más fácil sería mediante inercia. Imaginemos el ejemplo clásico de estar situados encima de un disco que da vueltas alrededor de su eje central. Los objetos se irían hacia el exterior y si disponemos de un borde que frene esa trayectoria se podría experimentar algo parecido a una fuerza gravitatoria. Pero realmente este experimento realmente nos hace tener una repulsión, no una atracción como es la gravedad.

Continuará…

jueves, 13 de marzo de 2014

Cómo acabar con la singularidad en el interior de un agujero negro




Como vengo diciendo últimamente, creo que demasiado, no me gustan los infinitos en Física. ¿Por qué? No sé, pero soy tan cabezón como los físicos clásicos, anteriores al siglo XX o de principios del mismo. No es que diga que el Universo sea de una forma o de otra, no tengo ni conocimiento ni autoridad para ello, pero parafraseando a un grande de la Física, Arthur Eddington, probablemente en uno de los momentos más desafortunados de su trayectoria (si no el que más), el Universo no puede comportarse de manera tan absurda. Y sí, estoy reconociendo que este punto de vista es realmente absurdo, pero lo tengo dentro y tengo que sacarlo.


Sé que, en el fondo, la mayoría de los que nos molestamos alguna vez en pensar sobre estos temas tendemos a buscar alguna forma de escapatoria a las singularidades. Pero siempre aparecen los que saben y nos dan pruebas irrefutables para indicar que estamos equivocados y lo peor en mi caso es que la mayor parte de las veces no entiendo casi nada de la explicación y me tengo que acabar acostumbrando a la idea de que ellos tienen razón, y punto.


Bueno, como entrada ya he aburrido bastante y ya me he quitado un buen porcentaje de críticos, que se habrán marchado. Así que entraré al tema en sí.


La parte más molesta que hay en la descripción de los agujeros negros es la de la singularidad central. Pero según demostró Roger Penrose, una vez que se forma un horizonte de sucesos la formación de la singularidad es obligatoria porque no puede existir nada que contrarreste la gravedad. Sin embargo se escucha muy frecuentemente que la Relatividad General falla cuando llegamos a escalas cuánticas. Mi idea sobre cómo sortear este problema es casi seguro una tontería, pero el otro día me dio por pensar en ello y no me pareció tan mala idea (desde el punto de vista de un ignorante, claro). La posible solución se me apareció pensando en la libertad asintótica que hay en la cromodinámica cuántica. Para el que no sepa de qué va el tema lo mejor es que busque información en sitios fiables, sin embargo intentaré dar una pequeña pincelada sobre el tema (llena de errores e inexactitudes, por supuesto). La libertad asintótica se refiere a grandes rasgos a que la fuerza atractiva en el núcleo de los átomos (fuerza nuclear fuerte) y dentro de las propias partículas nucleares se hace cada vez menor cuanto menor es la distancia que las separa. Con esto se consigue explicar por qué no se colapsan dichas partículas cuando la única fuerza que las gobierna es atractiva. Y se me ocurrió que podría haber un mecanismo parecido respecto a la gravedad, otra fuerza únicamente atractiva (aunque de eso también tendría algo que decir, pero en otro momento). De esta manera, si llegados a una escala cuántica la fuerza gravitatoria encuentra un mecanismo de este estilo, podríamos evitar las odiadas (por mí) singularidades.


Y ¿por qué no se han observado estos efectos en otras escalas? Bueno, supongo que porque las interacciones de otras fuerzas, por ejemplo la repulsión electromagnética, no nos dejan verlo. Hay que recordar que la fuerza electromagnética es tremendamente más poderosa que la gravedad y necesitamos mucha, mucha, mucha acumulación de materia-energía para que los efectos gravitatorios se muestren claramente, sobrepasando las otras fuerzas.

sábado, 8 de marzo de 2014

Y ¿cómo es posible? (4)

Una de las cosas imprescindibles que cualquier explicación acerca del Universo debe tener es la de estar de acuerdo con las observaciones. No sirve de nada dar una explicación muy elaborada del Universo y que luego se choque con lo que se puede ver en la realidad que nos rodea (y no vamos a entrar en discusiones acerca de qué es la realidad o siquiera si ésta existe).
Teniendo en cuenta esto, ¿entraría en conflicto mi chorridea que he expuesto en las últimas entradas con las observaciones a nivel cosmológico, o puede deducirse alguna propiedad interesante de ella? Pues la verdad es que mis conocimientos de física no llegan ni mucho menos a eso (¿acaso alguien ha notado que no tengo ni puta idea?).
Sin embargo he tenido en cuenta el principal escollo al que se enfrenta mi descripción. A cualquiera se le habrá ocurrido ya que esta basura se da de patadas con el Big Bang y la mayor evidencia a su favor: la radiación cósmica de fondo. Pues aunque parezca en un callejón sin salida, se me ha ocurrido una salida (no sé si muy airosa) al problema. 
Como ya dije al principio de esta serie de entradas, no me gustan los infinitos y por tanto no me gusta el Big Bang. Debe ser que cuando empecé (hace mucho) me sentí más atraído por las ideas del gran Fred Hoyle, que buscaba caminos alternativos a los de la corriente principal de pensamiento, como yo. La diferencia es que él sí sabía de estos temas (aunque pudiera estar equivocado) y yo no.
Mi débil argumento es que podría haber una mala interpretación de ciertas observaciones a nivel cosmológico. La idea tampoco esta vez es mía. Como todos los que han intentado en vano luchar contra el Big Bang, busco una explicación al desplazamiento al rojo de las líneas espectrales diferente al de la expansión del Universo. La diferencia es que las explicaciones alternativas que he visto hasta ahora es que el corrimiento al rojo es de origen no cosmológico, y yo intento dar una causa que sí lo es. Me baso en que la curvatura del espacio-tiempo puede hacer que a grandes distancias todo tienda a aparecer más rojo. Un ejemplo de esto es el desplazamiento al rojo gravitatorio. Pero sabemos que la gravedad no es otra cosa que una deformación del tejido espacio-tiempo. Y estoy proponiendo una curvatura extrema, en el sentido de hacer curvarse el Universo en todas las dimensiones (espacio y tiempo) hasta cerrarse completamente.
Por otro lado hay que recordar que cuanto más lejos observamos en el espacio, más atrás en el tiempo estamos viendo, y puede sumarse el efecto de la curvatura espacial con el de un tiempo también curvado.


Y ¿qué tenemos que decir de la radiación cósmica de fondo? Mi pobre explicación es que al curvarse el espacio-tiempo hasta cerrarse completamente debe llegar un momento en el que se observe un horizonte aparente y que no se pueda ver más allá, pero que en las cercanías de ese horizonte la radiación aparezca desplazada hasta convertirse en un fondo de microondas como el que se observa.
 

jueves, 6 de marzo de 2014

Y ¿cómo es posible? (3)

Me he estado planteando seriamente dar una explicación breve de lo que es un “cono de luz” para hacer más entendibles las próximas explicaciones, pero me temo que me apartaría de la idea principal y haría todo más farragoso y pesado. Así que daré por supuesto que el frikazo que sea capaz de llegar hasta aquí sabe de qué va el tema, o en su defecto, no tiene demasiada dificultad encontrar información sobre ello (para eso está la inefable whiskypedia).

Pues después de esto sigo intentando aclarar lo del tiempo cerrado sin bordes. Para eso la mejor manera es con un dibujito.



Sobre esto tenemos que hacer algunas observaciones. La representación habitual de las líneas de universo suelen hacerse con el tiempo en un eje recto, generalmente en vertical, y cada instante se representa a una “altura” determinada a lo largo de ese eje. 
 Este tipo de representación creo que conduce a ver el tiempo de una forma muy newtoniana. Si salvamos este escollo de visualización vamos por buen camino. Considerando entonces que la línea (o eje) temporal no tiene por qué ser recta, nos puede ayudar a llevarlo al extremo de cerrar la línea, como aparece en el dibujo anterior.


Otra cuestión es que he dibujado una línea cerrada unidimensional. Y, ¿por qué tendría que ser unidimensional? Ya que estamos estirando el chicle, podemos pensar en líneas de universo donde la componente de tiempo no está limitada a una dimensión (cerrada o no) sino que puede recorrer curvas multidimensionales en espacios finitos sin bordes. ¿Perdidos? Pues tendré que poner otro dibujito algo más… complicado.



Tampoco tenemos que dejarnos engañar. Este dibujo es solo una generalización, no tiene por qué ser una esfera (realmente hiperesfera) sino un espacio cerrado sin bordes en las dimensiones correspondientes y el tamaño, el que tenga el Universo. Simplemente quiero ilustrar la posibilidad de que existiera una dimensión temporal también cerrada, sin bordes y que no fuera cíclica.


Pero por hoy creo que ya está bien…