Como dejé entrever en la última entrada tengo un concepto un
poco diferente del normalmente establecido respecto al carácter únicamente
atractivo de la fuerza de la gravedad. Bueno, ya sé que debería expresarme de
una forma más correcta (o más moderna si se quiere ver así, y con moderna me
refiero a conceptos que casi tienen cien años…) y expresar la gravedad como una
curvatura del tejido espacio-tiempo, pero supongo que puedo permitirme esa
licencia en busca de una mayor simplicidad.
Para entender de manera básica mi punto de vista empezaré con algo muy básico. En el nivel de la experiencia diaria de cualquier persona podemos explicar la mayoría de los fenómenos que experimentamos con dos fuerzas de la naturaleza: electromagnetismo y gravedad.
Aunque tienen en común ser dos interacciones que disminuyen con el cuadrado de la distancia (pero tampoco eso tiene nada de raro dada la geometría tridimensional aparente del espacio) y en su formulación clásica (Newton vs Coulomb) son muy parecidas, fundamentalmente son bastante diferentes. La diferencia más obvia es que el electromagnetismo es por decirlo de manera accesible, aunque seguramente incorrecta, bipolar y la gravedad siempre es atractiva. La otra gran diferencia son sus constantes de proporcionalidad: la constante gravitatoria es muchísimo menor que la electromagnética. Eso es una buena cosa, porque si no, sería muy difícil que estuviéramos aquí para contarlo y en este sentido es la suma de estas dos características la que se hace necesaria para tener un Universo estable. Si contamos con cargas de dos tipos que se atraen o se repelen, y de igual manera con los polos en los imanes, podemos tener una constante grande sin preocuparnos demasiado ya que se pueden compensar los efectos de atracción fuertes con repulsiones igualmente fuertes. Pero con la gravedad la cosa cambia. Al ser una fuerza únicamente atractiva si no contamos con una fuerza débil que pueda contrarrestase con una interacción más fuerte (en este caso electromagnética) todo se colapsaría casi inmediatamente.
Pero he dicho que la gravedad es únicamente atractiva. ¿Y si no lo fuera? ¿Cómo lo podríamos saber? Todo este asunto surgió pensando en formas de obtener pseudogravedad. La forma más fácil sería mediante inercia. Imaginemos el ejemplo clásico de estar situados encima de un disco que da vueltas alrededor de su eje central. Los objetos se irían hacia el exterior y si disponemos de un borde que frene esa trayectoria se podría experimentar algo parecido a una fuerza gravitatoria. Pero realmente este experimento realmente nos hace tener una repulsión, no una atracción como es la gravedad.
Continuará…
Para entender de manera básica mi punto de vista empezaré con algo muy básico. En el nivel de la experiencia diaria de cualquier persona podemos explicar la mayoría de los fenómenos que experimentamos con dos fuerzas de la naturaleza: electromagnetismo y gravedad.
Aunque tienen en común ser dos interacciones que disminuyen con el cuadrado de la distancia (pero tampoco eso tiene nada de raro dada la geometría tridimensional aparente del espacio) y en su formulación clásica (Newton vs Coulomb) son muy parecidas, fundamentalmente son bastante diferentes. La diferencia más obvia es que el electromagnetismo es por decirlo de manera accesible, aunque seguramente incorrecta, bipolar y la gravedad siempre es atractiva. La otra gran diferencia son sus constantes de proporcionalidad: la constante gravitatoria es muchísimo menor que la electromagnética. Eso es una buena cosa, porque si no, sería muy difícil que estuviéramos aquí para contarlo y en este sentido es la suma de estas dos características la que se hace necesaria para tener un Universo estable. Si contamos con cargas de dos tipos que se atraen o se repelen, y de igual manera con los polos en los imanes, podemos tener una constante grande sin preocuparnos demasiado ya que se pueden compensar los efectos de atracción fuertes con repulsiones igualmente fuertes. Pero con la gravedad la cosa cambia. Al ser una fuerza únicamente atractiva si no contamos con una fuerza débil que pueda contrarrestase con una interacción más fuerte (en este caso electromagnética) todo se colapsaría casi inmediatamente.
Pero he dicho que la gravedad es únicamente atractiva. ¿Y si no lo fuera? ¿Cómo lo podríamos saber? Todo este asunto surgió pensando en formas de obtener pseudogravedad. La forma más fácil sería mediante inercia. Imaginemos el ejemplo clásico de estar situados encima de un disco que da vueltas alrededor de su eje central. Los objetos se irían hacia el exterior y si disponemos de un borde que frene esa trayectoria se podría experimentar algo parecido a una fuerza gravitatoria. Pero realmente este experimento realmente nos hace tener una repulsión, no una atracción como es la gravedad.
Continuará…
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